El origen de la ouija

NUEVAS TABLAS

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Un tablero que habla misteriosamente

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"No hay ningún nombre para definirla. He visto y oido algunas cosas sorprendentes, cosas que se escapan a la comprensión humana. ¿Pero qué es el tablero?, El tablero puede ser rectangular, de unos 18x20 pulgadas. En él está inscrito esto: un "si" y un "no" para iniciar la conversación. Unos saludos de cortesía. Puede hacerlo cualquiera. Tome el tablero sobre su regazo, otra persona, del mismo modo, se sienta delante de usted y ambos colocan sobre el indicador el pulgar y el índice de sus manos en cada una de las esquinas. Entonces se realiza la primera pregunta, "alguien quiere hablar con nosotros?", de pronto usted piensa que la otra persona está empujando el indicador. Él piensa que es usted. Pero mientras, el indicador se mueve titubeante hacia el sí o hacía el no. Entonces usted va decidido a hacer preguntas y las respuestas van mostrándose letra por letra una detrás de la otra."

Así anunciaba el suplemento dominical del New York Tribune del 28 de marzo de 1886, y posteriormente la publicación californiana The Carrier Dove, las tablas ouija.

El origen de la ouija continúa siendo un misterio. Ya los egipcios usaban un anillo de piedra suspendido por un hilo sobre una tabla con símbolos.

Según algunos escritos, su origen se remonta al 2500 aC, en Grecia, donde aparecen unos tableros similares a los actuales. También se afirma que Pitágoras y sus discípulos, en el 540 aC, contactaban con el mundo de los espíritus mediante un a tabla provista de ruedas que con el movimiento generaba mensajes.

También en China durante el periodo pre-confucionista (IV aC) existió un aparato similar para contactar con los muertos. Incluso en la América precolombina existían unas tablas, llamadas Squdilact, que permitían encontrar objetos y personas perdidas, para algunas ceremonias religiosas...

En el Imperio Romano tambien surgieron objetos similares. Se dice que el emperador Valente descubrió el nombre de su sucesor usando un plato con letras grabadas en los bordes y un anillo colgando. Tras haber señalado las letras t,h,e,o y d, fue interrumpido, por lo que ordenó ejecutar a todos los Theodoros, Theodones, Theodónicos, Theodulos, Theodatos...

Pero la ouija tal y como la conocemos surge en 1848, cuando dos niñas del condado de Nueva York inventan por casualidad un juego que hacía que se produciesen ruidos extraños sobre la mesa, indicando con golpes las respuestas "si" y "no". Son ellas, Margaret y Kate Fox, junto a su hermana Leah, las creadoras del espiritismo. Aseguraron haber entablado contacto con un vendedor ambulante que había muerto en extrañas circunstancias años atrás. Sin embargo,en 1888, confesaron que habían usado trucos para producir los sonidos, entre ellos, chasquear los huesos de las articulaciones de los pies.

Las hermanas Fox

Pero la moda del espiritismo no tardó en invadir Europa.

En 1853, Planchette diseña una tabla muy parecida a la que todos conocemos, arreglada posteriormente por Elija J. Bond.  En 1890 aparece la patente declarando a Bond como su inventor, y a William H.A. Maupin y Charles W. Kennard como titulares. Se creó la empresa Kennard Novelty Company, que comenzó la fabricación y venta de ejemplares. 

Tras la Primera Guerra Mundial su uso se generaliza como herramienta de las familias para contactar con los  seres queridos fallecidos en el campo de batalla.

Más tarde, William Fuld compró los derechos de autor y tuvo su patente hasta 1965, año en el que subió a la azotea de su fábrica de Baltimore y una barra de apoyo cedió, provocando la caída que acabaría con su vida. En 1966, sus derechos fueron comprados y fue comercializada por Parker Brothers.

Como curiosidad, añadir que el origen de su nombre deriva de oui y ja, "si" en francés y alemán respectivamente, aunque Kennard afrimaba que proviene de la palabra egipcia usada para "suerte". Lo más probable, sin embargo, es que proceda de la ciudad marroquí Oujda.