La Tulivieja es un personaje del folclore de Panamá y Costa Rica, que hace referencia a una mujer similar a La Llorona.
Una de las muchas leyendas que hay al respecto cuenta que mucho antes de la llegada de los conquistadores españoles a Centroamérica había una muchacha de gran belleza perteneciente a una tribu. Todos los hombres la deseaban, pero ella estaba enamorada en secreto de un joven, con quien se veía a escondidas.
Como consecuencia, la chica se quedó embarazada, y su amante, presa del pánico ante las represalias paternas y de la comunidad, huye. La muchacha llevó el embarazo en secreto y cuando el bebé nació, lo ahogó en un río, ahogando su llanto en las aguas.
Debido a esto, Dios la castigó convirtiéndola en un monstruo de apariencia terrorífica: su rostro se llenó de agujeros, sus piernas de alargaron y enflaquecieron y sus manos y pies se dieron la vuelta.
Según la leyenda, se le oye llorar y vagar por la orilla del río, y que durante la luna llena, recupera su belleza y se baña en las aguas, pero cuando oye un ruido, vuelve a convertirse en el monstruo. Aparece mal vestida, con un sombrero de alas caídas llamado tule (de ahí el nombre), con el pecho desnudo y chorreando leche. Detrás de ella es común ver un sendero de hormigas que siguen el rastro de la leche materna.
Su objetivo es vengarse de los hombres lujuriosos, como el padre de su hijo, a los que invita a bailar para matarles, y que busca a niños que están solos para poder llevárselos y darles de mamar.
