Lilith es considerada como la Reina de los súcubos, además de la primera esposa de Adán, y llegó a convertirse en el demonio de la lujuria.
Su belleza es inimaginable: alta, esbelta, muy voluptuosa, de cabello largo, sedoso y pelirrojo, hará perder el sentido a los hombres para quedarse con su energía vital o su alma. Su fama dice que ningún hombre es capaz de resistir sus encantos, pues ella utilizará todas las artes sexuales y de seducción que hagan falta.
Hay gente que se dedica a practicar magia negra, y algunos conocen la forma de invocar a Lilith: los que lo hacen, pueden pactar con este demonio para obtener sus favores y hechizar a la persona amada.
Pero, ¿quién era Lilith entonces?
A través de textos medievales, identificamos a Lilith como la primera esposa deAdán, la cual le fue infiel con el demonio Asmodeo, y además es una de las mujeres del Diablo.
Es en una obra del siglo I dC titulada Alphabet of Ben Sira en la que se la menciona por primera vez, como esposa de Adán.
El origen de la leyenda que presenta a Lilith como primera mujer se encuentra en una interpretación rabínica de Génesis 1, 27. Antes de explicar que Yahvéh dio a Adán una esposa llamada Eva, formada a partir de su costilla (Génesis 2:4-25), el texto dice: «Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó». Si bien hoy suele interpretarse esto como un mismo hecho explicado dos veces, otra interpretación posible es que Dios creó en primer lugar una mujer a imagen suya, formada al mismo tiempo que Adán, y sólo más tarde creó de la costilla de Adán a Eva.
La primera mujer a la que alude, Gn. 1, 27 sería Lilith, la cual abandonó a su marido y el jardín del Edén.
Es en una obra del siglo I dC titulada Alphabet of Ben Sira en la que se la menciona por primera vez, como esposa de Adán.
El origen de la leyenda que presenta a Lilith como primera mujer se encuentra en una interpretación rabínica de Génesis 1, 27. Antes de explicar que Yahvéh dio a Adán una esposa llamada Eva, formada a partir de su costilla (Génesis 2:4-25), el texto dice: «Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó». Si bien hoy suele interpretarse esto como un mismo hecho explicado dos veces, otra interpretación posible es que Dios creó en primer lugar una mujer a imagen suya, formada al mismo tiempo que Adán, y sólo más tarde creó de la costilla de Adán a Eva.
La primera mujer a la que alude, Gn. 1, 27 sería Lilith, la cual abandonó a su marido y el jardín del Edén.
Adán y Lilith nunca hallaron armonía juntos, pues cuando él deseaba tener relaciones sexuales con ella, Lilith se sentía ofendida por la postura acostada que él le exigía. «¿Por qué he de acostarme debajo de ti? —preguntaba—: yo también fui hecha con polvo, y por lo tanto soy tu igual». Como Adán trató de obligarla a obedecer, Lilith, encolerizada, pronunció el nombre mágico de Dios, se elevó por los aires y lo abandonó.
Llegó hasta una cueva en el Mar Rojo donde se arrejuntó con varios demonios, situación que provocó la engendración de un montón de hijos. Se sintió liberada y lanzó una advertencia a los Arcángeles, diciendo que si ellos iban a por sus hijos, los demonios exterminarían a todos los hijos de Adán, atacando a las mujeres en pleno parto o niños recién nacidos. Ella se comprometió a respetar los lugares donde apareciesen escritos los nombres de los ángeles Sansenoy, Senoy y Semangelof.
Fue por esto por lo que en algunos lugares se escriben los nombres de estos ángeles en las camas de las habitaciones o en amuletos para recién nacidos.
Lilith eso sí, comenzó a aparecer en los sueños de los hombres, volviéndolos eróticos y para así extraerles el semen y engendrar más hijos. Fue a partir de ella por lo que se comenzó a creer en los súcubos.
En la Biblia aparece una fugaz alusión a Lilith. En Isaías 34,14 se explica con todo detalle cómo Dios con su espada mata a todos los habitantes de Edom, lugar poblado por enemigos acérrimos de los judíos, y que allí quedan como dueños y señores los animales. Buitres, serpientes... y Lilith. "También allí Lilith descansará y hallará para sí lugar de reposo".
El novelista italiano de origen judío Primo Levi pone en boca de uno de sus personajes esta visión de Lilith:
A ella le gusta mucho el semen del hombre, y anda siempre al acecho de ver a dónde ha podido caer (generalmente en las sábanas). Todo el semen que no acaba en el único lugar consentido, es decir, dentro de la matriz de la esposa, es suyo: todo el semen que ha desperdiciado el hombre a lo largo de su vida, ya sea en sueños, o por vicio o adulterio. Te harás una idea de lo mucho que recibe: por eso está siempre preñada y no hace más que parir.
Me ha gustado mucho tu artículo lo mismo que tu blog. No he podido visitarte antes pero seguro que lo haré´a partir de ahora. Un saludo de Leyendas y Cuervos.
ResponderEliminarme encantó esta historia
ResponderEliminarHL yo he tenido relaciones con un Sucubo
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