Páginas

jueves, 10 de mayo de 2012

Cronovisión

El 2 de mayo de 1972 el semanario italiano Domenica del Corriere publicó un artículo bajo el titular "Inventada máquina que fotografía el pasado".

Según la información que deban, un equipo de doce físicos encabezados por un monje benedictino, habían conseguido fotografiar la vida de Cristo.


Su teoría se basaba en la premisa de que la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma. El inventor de la máquina, el padre Alfredo Pellegrini Ernetti, aseguraba que las ondas sonoras y visuales son energía, y por tanto se rigen por esta ley física.

El padre Ernetti

Según él, la energía espiritual de las ánimas puede transformarse en ondas de radio. Ocurre por una especie de ósmosis, como una compenetración de los campos electromagnéticos psico-espirituales. Es lo que él llamaba pneumafonía. El cronovisor contaba con tres partes: una antena para captar las ondas, un selector para elegir los momentos y personajes, y un aparato para grabar las imágenes y sonidos.


Las pruebas confirmaron que se podía llevar a cabo tal hazaña, y se captaron escenas de la vida del Papa Pío XII, de Mussolini, de Napoleón, el suicidio de Hitler, la llegada de Colón a América... Sin embargo, lo que más expectación levantó fue el rostro de Jesús en la cruz.


Tiempo después se descubrió que no era tal, sino una copia del Cristo del santuario del Amor Misericordioso de Collevalenza, en Perugia. Ernetti sostiene que la Iglesia le obliga a mantener en secreto este artilugio para evitar que sea usado de manera correcta y con fines dañinos para la humanidad. 

Pero la historia continúa: en 1965, el diario Il Giorno difundió que los servicios secretos del Vaticano, en colaboración con los del contraespionaje italiano, detuvieron a un ingeniero llamado Antonio Beretta bajo la sospecha de que trabajaba para la KGB. Beretta es un experto en la teoría de la Relatividad y durante 8 años trabajó al servicio del Padre Ernetti. La única información que pudo haber vendido a los soviéticos habría sido la relacionada con las actividades desarrolladas en el laboratorio de Ernetti.

Durante un congreso internacional, un funcionario del ministerio del Interior soviético, Sergei Antonov, confió a un delegado occidental que «los propios trabajos de nuestros físicos nos inducen a pensar que el equipo de San Giorgio ha debido realizar ya la grabación en magnetófono de la explosión de Sodoma y Gomorra, así como la inscripción de las Tablas de la Ley en el Sinaí». Y en un artículo publicado por el diario ruso Pravda, se leía: «Las investigaciones sobre la reconstrucción del pasado efectuadas en Italia bajo el control del Vaticano y del ministerio del Interior están mucho más avanzadas de lo que se ha pretendido. Es un trabajo fuertemente vigilado por los servicios secretos del Vaticano».

Finalmente, y para acabar con todo el dilema, en 1988 el Vaticano emitió un decreto según el cual serán excomulgados todos aquellos que capten o divulguen «con cualquier instrumento técnico acontecimientos pasados ... »

No hay comentarios:

Publicar un comentario