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martes, 8 de mayo de 2012

John Gacy, el payaso asesino

John Wayne Gacy nació en Chicago en 1942. Durante su infancia, era un niño enfermizo que con frecuencia se desmayaba debido a un coágulo de sangre en el cerebro. Su padre, que tenía problemas con el alcohol, le insultaba y maltrataba frecuentemente. A los 9 años fue violado por un amigo de la familia. Pero a pesar de esta dura infancia, se graduó en Económicas y se convirtió en un hombre de negocios.




A los 20 años se mudó a Las Vegas, donde conoció a su primera mujer, cuyo padre le ofreció un empleo en la cadena de restaurantes de comida rápida KFC. Años después comenzó a manifestar su atracción por los menores, y es entonces cuando empiezan sus crímenes y violaciones.

El primero fue el de Donald Voorhees, de 15 años, al que convenció para mantener relaciones sexuales mediante mentiras y sobornos. El chico le denunció, y Gacy contrató a un matón para que le diese una paliza y así disuadirle. Pero Vorhees continuó con la demanda, y es entonces cuando la policía descubre que Gacy había violado a varios chicos, pagándoles o chantajeándoles para que le practicasen sexo oral, entre los que se encontraba Edward Lynch, un empleado de KFC al que había atado y golpeado hasta dejar inconsciente.

Fue condenado a 10 años de prisión por los delitos de extorsión, sodomía y violación. Durante su estancia en una cárcel de Iowa, su mujer y sus hijos le abandonaron y su padre falleció.

Debido a su buen comportamiento, fue puesto en libertad condicional a los 18 meses, y volvió a Chicago. Allí, volvió a abusar de otro joven, aunque en este caso la víctima no se presentó a testificar y Gacy se libró de la condena.

En 1972, Gacy se casa de nuevo con Carole Hoff. Se convirtió en un miembro respetable de la comunidad: participaba activamente en el Partido Demócrata, trabajaba como payaso en fiestas infantiles bajo el nombre de "Pogo"... Todo parecía perfecto. Sin embargo, el matrimonio fracasó cuando en 1976 su mujer descubre revistas homosexuales y Gacy confiesa su orientación sexual.
Gacy encontraba a sus víctimas en zonas de ambiente gay y clubes. Consentido o no (a veces usaba cloroformo), les llevaba a su casa, les ataba, violaba y torturaba, asfixiándoles con un aparato inventado por el mismo hasta que quedaban inconscientes. Una vez se recuperaban, les violaba de nuevo, y finalmente les mataba y les enterraba en su jardín o les tiraba al río Des Plaines. En total, 32 víctimas que fueron captadas mediante falsas promesas de una oferta de empleo muy bien remunerada.

En 1978 Gacy conoció a Jeffrey Rignall, que estaba acostumbrado a hacer autostop y por eso no dudó en subirse a su coche. Gacy le sedó con cloroformo y cuando este despertó, le violó y torturó con diferentes objetos hasta que perdió el conocimiento. Al día siguiente Rignall despertó en el parque Lincoln de Chicago. Era el único superviviente de John Gacy.

Los vecinos de Gacy a menudo se quejaban del mal olor que desprendía el jardín, pero este culpaba a un vertedero cercano. 

A finales del 78, la madre de Robert Piest comenzó a impacientarse ante la tardanza de su hijo: Robert trabajaba en una farmacia, y ese día tenía una entrevista de trabajo con Gacy. Al ver que no regresaba, decidió llamar a la policía.

El teniente Kozenczak citó a Gacy para interrogarle, pero este no se presentó el día señalado, sino el siguiente, alegando que había estado enfermo y declarando que no conocía a Robert Piest. Kozenczak consiguió una orden de registro de su casa, donde encontraron gran cantidad de instrumentos de tortura sexual. Tras esto, John Gacy confesó todos sus crímenes. Afirmó que existían cuatro "John": el contratista, el payaso, el vecino y el asesino y constantemente respondía con las palabras de uno y de otro.


En 1994 fue ejecutado mediante la inyección mortal mientras pronunciaba sus últimas palabras: "¡Besadme el culo!"

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