Hay un área de unos 520 km2 al sureste de Massachusetts, Estados Unidos, famoso por sus fenómenos paranormales, avistamientos OVNI y prácticas relacionadas con el satanismo. Se trata del triángulo delimitado por las ciudades de Abington, Rehoboth y Freetown, en cuyo centro se haya el Pantano Hockomock, que en el idioma de los indios Wampanoag significa lugar donde habitan los espíritus. Y es que, antes de abandonar el lugar, los indios lanzaron una maldición: Los hombres blancos jamas podrán habitar este sitio y jamas podrán sentirse seguros aquí.
Es una zona boscosa, con una antigüedad de más de 8000 años, muy peligrosa por los numerosos pozos de arenas movedizas, las emisiones de gas del terreno y la presencia de caimanes. Quizá por su aislamiento, es una de las zonas más habituales para las prácticas satánicas, aunque también ha habido otros misteriosos sucesos sin explicación.
Entre 1979 y 1980, un hombre llamado Carl Drew, que vivía en una cabaña aislada en el bosque, llevó a cabo varios rituales satánicos que incluyeron, por lo menos, tres sacrificios humanos. A estas sectas satánicas también se las ha acusado de profanar el cementerio de animales que se encuentra en el lugar.
En 1993, una pareja se encontraba visitando el bosque de Freetown Fall River. El hombre detuvo el coche y apuñaló a su novia cerca del pantano, a pesar de que no había antecedentes de malos tratos o problemas psiquiátricos. Parece ser que este tipo de sucesos son bastante frecuentes en la zona.
Desde hace más de 300 años existen testimonios de avistamientos OVNI en este triángulo, sobre todo de luminarias que sobrevuelan el pantano, cambiando de color, forma y tamaño. A finales de los 60, cinco personas pudieron ver cómo una de estas bolas flotaba entre los árboles. Tras gritar a la luz, esta creció y se dirigió a ellos.
Además, el Triángulo de Bridgewater también tiene su propia chica de la curva: en este caso es un hombre pelirrojo, vestido como un vagabundo, que se aparece en el interior de los coches. Incluso hay testimonios sobre un camión fantasma que se dirigía a gran velocidad hacia los vehículos, atravesándolos sin causar ningún daño.
Pero no solo hay información sobre sucesos extraños, sino que también se han visto en este lugar animales misteriosos, como aves gigantes denominadas Thunderbirds por los nativos americanos, posiblemente de origen prehistórico, de más de diez metros de envergadura. También hay testimonios sobre avistamientos de panteras negras, tortugas gigantes y perros fantasmas. En 1970, varias personas vieron un animal peludo de unos 3 metros, y ese mismo año, dos policías pudieron ver por el espejo retrovisor de su coche cómo un animal parecido a un oso arrancaba la parte de atrás del vehículo. En esta región, los osos se encuentran extintos, por lo que se ha asociado esta criatura con Bigfoot. Además, en 1978, otros vecinos de la zona aseguran haber visto a esta misteriosa criatura, inclusive un pescador que en 1980 pudo oír el ruido y las pisadas en la maleza de un ser que parecía seguirle.
Sin duda, el Triángulo de Bridgewater acumula un gran número de fenómenos sin explicación que parecen no detenerse...