A lo largo de la Historia de la Humanidad, han surgido muchas leyendas de fantasmas y fenómenos paranormales, pero no fue hasta el siglo XIX cuando comenzaron a surgir investigaciones sobre estos acontecimientos, de la misma forma que surgieron personajes célebres por su actividad como cazadores de fantasmas, como Harry Price.
Respetado por muchos como padre de la moderna investigación paranormal, Harry Price se erige como una de las figuras más importantes del siglo XX en materia ocultista.
Harry Price nace el 17 de julio de 1881 en Londres, en el seno de una familia humilde. Es curioso como su origen tan normal, desembocó en un destino de lo más inesperado y de tanta repercusión en el mundo de lo paranormal.
Pero fue un suceso de lo más casual fue el que lo involucró en el mundo de lo misterioso, pues en 1889, cuando apenas tenía 8 años, quedó maravillado por la actuación de un mago en Sherewsbury, apodado el "Gran Sequah". En su autobiografía, la "Búsqueda de la verdad", Price reconoció que dicho artista fue el principal responsable de influenciar gran parte del trabajo de su vida.
Un jovencísimo Harry Price comenzó a desarrollar sus aptitudes como ilusionista y a coleccionar todos los libros de magia que caían en sus manos. A lo largo de su vida, nunca dejó de lado esta afición y años más tarde, en 1922, conseguiría formar parte de la asociación británica "el Circulo Mágico".
No obstante, las inquietudes de Harry Price eran bastantes más, y comenzó a interesarse también por lo paranormal.
Su primera experiencia con un inmueble supuestamente y encantado fue cuando tenía 15 años. Price y un amigo, iniciaron una investigación en un hacienda que se creía embrujada.
Harry siempre aseguró que en aquella ocasión se encontraron frente a frente con un "fantasma", sin embargo, no consiguieron retratarlo ya que, según él, puso demasiado magnesio en su cámara.
Varios años después de ese primer contacto, y al término de sus entudios en el Haberdasher's Arke's Hatcham College, Harry Price comenzó a ganarse la vida desempeñando varios trabajos, entre ellos el de vendedor para Edward Saunder & Son (fabricantes de papel), y el de periodista, trabajajando en los dos diarios locales de Pullborough: el "Southern Weekly" y la "West Sussex Gazette". Gracias a estas publicaciones consiguió desarrollar otra de sus pasiones: la arqueología: Price publicó varios artículos en los que anunciaba sus supuestos descubrimientos de antigüedades reales. Una de ellas, un lingote de oro, estaba supuestamente datado de la época de Honorius, el último emperador romano.
También mostró gran versatilidad, gracias a su interés por la telegrafía sin cables, y realizó un experimento que condujo a la obtención esta tecnología. Price instaló un receptor y un transmisor entre Telegraph Hill, Hatcham y St. Peter's Churc Brockely, y el resultado fue la obtención de una chispa en una placa fotográfica. Sin embargo, es un hecho no confirmado, y que muchos cuestionan.
Ya en 1908, fue cuando Price decidió definitivamente convertirse en un cazafantasmas.. En agosto de ese año contrajo matrimonio con Constance Mary Knigth, una rica heredera, cuya fortuna le permitió dedicarse el resto de su vida a lo paranormal de manera cómoda e independiente.
Price inició su andadura en el mundo paranormal desenmascarando mediums fraudulentos.
En 1920 se unió a la Sociedad para la Investigación Psíquica, siendo uno de los investigadores de fantasmas más famoso de Gran Bretaña. Había pasado muchas horas en supuestas casas embrujadas e investigando médiums espiritistas.
Pero después de asistir a unas sesiones de espiritismo con el medium austriaco Willi Schneider en Munich se convenció de que existían fenómenos paranormales genuinos.
Acudió a otra sesión de espiritismo con la excelsa Stella Cranshaw quien afirmó haber tenido experiencias extrañas, incluyendo fenómenos poltergeist. Precio organizó una serie de sesiones con Stella en la Alianza Espiritualista Londres y publicó resultados impresionantes en la Revista de la Sociedad Americana para la Investigación Psíquica.
También prosiguió investigando innumerables lugares encantados, como el caso de la "La Rectoría Borley".
Además llegó a tener su propio laboratorio de estudio de fenómenos psíquicos, y aportó al "mundillo", un montón de obras y artículos relacionados con lo paranormal.
A pesar de su posición en la historia de la investigación psíquica británica es importante, siempre fue objeto de maltrato y acoso por parte de la prensa, incluso hasta hoy día hay muchos detractores de su obra, tal y como el hacía con los medium, sobre todo tras su intervención en el caso de la Rectoría Borley.