Vampiros del siglo XXI

En marzo de 2005 arrestaron a una “mujer vampiro” en Ucrania que engañaba a niños de la calle para llevarlos a su hogar y beber su sangre. Al más puro estilo Hänsel y Gretel, Diana Semenuha, de 29 años, ofrecía comida y un lugar donde dormir a niños vagabundos a cambio de su sangre. Creía que la sangre que consumía podía a fortalecer sus músculos.

Diana Semenuha

Mantenía a los niños intoxicados con drogas y alcohol y los extraía la sangre regularmente, vendiendo el exceso de sangre a otros practicantes de magia negra, que llegaban a pagar hasta 600 euros. Cuando los niños se debilitaban, los abandonaba de nuevo en callejones y les sustituía engañando a otros.

La policía detuvo por sorpresa a Semenuha en su domicilio de Odessa, Ucrania

Olga Buravceva, portavoz de la policía, declaró:” El apartamento estaba pintado de negro, con todas las ventanas cubiertas con paño negro grueso para parar la luz natural que entraba. La única luz venía de velas negras, y había un olor pesado, repugnante, de una cierta clase de incienso, en el aire.” Los detectives encontraron a siete niños narcotizados atados con correas a camas y bancos, así como cuchillo y un cubilete grande, negros y de plata grabados con símbolos satánicos.

Se estima que en Ucrania hay alrededor de 200.000 niños en la calle, los cuales son adictos a la inhalación de pegamento yal  alcohol, hecho que los hacía presa fácil para la mujer apodada “la bruja vampiro” por los medios de comunicación. El arresto de Semenuha puso al descubierto una red oculta de magia negra en la ciudad. Algunos de los integrantes de esta red declararon que eran adiestrados por la Semenuha, que los hería y bebía su sangre.

“Yo consentía que ellos inhalaran pegamento, pero ellos me lo retribuían y yo les extraía una poca cantidad de sangre. Pero este hecho no involucraba violencia, yo también les proporcionaba alimento y les daba un refugio”, declaró Semenuha.