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jueves, 15 de marzo de 2012

Misteriosas construcciones del Sáhara

Para cualquier persona interesada en la arqueología y sus misterios probablemente no le serán desconocidas las asombrosas líneas de Nazca o el llamado Candelabro de Paracas, enormes figuras realizadas sobre la arena del desierto y cuya finalidad aún es un enigma.


En la década de los 50 y 60, varios pilotos españoles que efectuaban vuelos de reconocimiento sobre el Sáhara Occidental observaron una serie de figuras sobre las dunas del desierto con extrañas formas. Se cree que estas formaciones artificiales que podrían ser túmulos funerarios de una cultura desconocida.



Estas figuras realizadas sobre la arena aparecen en muchos lugares: El Aaiún, Chej Merebbi Raban, Lehmeira, Musa, Sallat Aseraui, Moroba, Habchi, Chabien, Jang Saccim y Quesar, entre otras.

Según las observaciones aéreas da la impresión de que las figuras fueron realizadas con grandes piedras oscuras, quizás basálticas. Sería necesaria una investigación más profunda sobre estas formaciones, pero no es tarea fácil: aunque se conoce la ubicación de las figuras no es sencillo llegar hasta ellas, ya que las dunas del desierto las han semienterrado y dañado en muchos casos.



De lo que están seguros es de que no se trata de formaciones naturales, sino de construcciones artificiales claramente diseñadas siguiendo un patrón desconocido. Según las denominaciones de los pilotos, existen moscas y boomerangs.


Los más frecuentes son los boomerangs, cuya silueta es semejante al arma australiana. Su diámetro llega a ser de 1,5 km, orientados hacia el oeste, como si señalasen hacia la costa atlántica.


Las moscas, como su nombre indica, tienen la forma de este insecto. Son menos extensas, ya que ocupan aproximadamente 50 m, y tienen una estructura más anárquica que los boomerangs.


Para los arqueólogos podrían tratarse de lugares ceremoniales o de enterramientos de una antigua cultura nómada. Esta hipótesis puede verse reforzada por el testimonio de los beduinos de la zona, que mantienen con orgullo que esas construcciones son obra de sus "espléndidos antepasados" y que son considerados lugares sagrados por ellos.

Arqueólogos españoles han encontrado en el yacimiento de Sluguilla Lawash un conjunto de pinturas rupestres que podrían tener alguna relación con estos geoglifos. Algunas tienen cuatro metros. Las pinturas representan formas de lo más curioso: antropomorfas, que parecen hombres que vuelan, que flotan; otras son similares a los zepelines o dirigibles modernos... Pero las más peculiares son las pinturas que representan animales e insectos vistos desde arriba, y otras decenas de representaciones sobre las rocas que presentan formas vagamente geométricas, entre las que destacan las que tienen aspecto de boomerang.





¿Cómo construyeron estos geoglifos? ¿Y por qué precisamente con esas formas específicas? De momento continúa siendo un misterio, esperemos que pronto se descubran nuevos datos…

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