En la década de los 50 y 60, varios pilotos españoles que efectuaban vuelos de reconocimiento sobre el Sáhara Occidental observaron una serie de figuras sobre las dunas del desierto con extrañas formas. Se cree que estas formaciones artificiales que podrían ser túmulos funerarios de una cultura desconocida.
Estas figuras
realizadas sobre la arena aparecen en muchos lugares: El Aaiún, Chej Merebbi
Raban, Lehmeira, Musa, Sallat Aseraui, Moroba, Habchi, Chabien, Jang Saccim y
Quesar, entre otras.
Según las
observaciones aéreas da la impresión de que las figuras fueron realizadas con
grandes piedras oscuras, quizás basálticas. Sería necesaria una investigación
más profunda sobre estas formaciones, pero no es tarea fácil: aunque se conoce
la ubicación de las figuras no es sencillo llegar hasta ellas, ya que las dunas
del desierto las han semienterrado y dañado en muchos casos.
De lo que están
seguros es de que no se trata de formaciones naturales, sino de construcciones
artificiales claramente diseñadas siguiendo un patrón desconocido. Según las
denominaciones de los pilotos, existen moscas y boomerangs.
Los más frecuentes
son los boomerangs, cuya silueta es semejante al arma australiana. Su diámetro
llega a ser de 1,5 km, orientados hacia el oeste, como si señalasen hacia la
costa atlántica.
Las moscas, como su
nombre indica, tienen la forma de este insecto. Son menos extensas, ya que
ocupan aproximadamente 50 m, y tienen una estructura más anárquica que los
boomerangs.
Para los
arqueólogos podrían tratarse de lugares ceremoniales o de enterramientos de una
antigua cultura nómada. Esta hipótesis puede verse reforzada por el testimonio
de los beduinos de la zona, que mantienen con orgullo que esas construcciones
son obra de sus "espléndidos antepasados" y que son considerados
lugares sagrados por ellos.
¿Cómo construyeron
estos geoglifos? ¿Y por qué precisamente con esas formas específicas? De momento
continúa siendo un misterio, esperemos que pronto se descubran nuevos datos…