El proyecto HAARP es un programa financiado por la Fuerza Aérea y la Marina de los Estados Unidos en colaboración con la Universidad de Alaska. Su objetivo es estudiar las propiedades de la ionosfera y potenciar los avances tecnológicos relacionados con las radiocomunicaciones y los sistemas de vigilancia, aunque algunos afirman que es una poderosa arma militar capaz de controlar el clima mundial...
El proyecto HAARP (High Frequency Active Auroral Research Program) se centra en la ionosfera debido a que esta capa hace que reboten las ondas emitidas y puedan viajar grandes distancias. Sus instalaciones se encuentran en Gakona, Alaska, están compuestas por 180 antenas, y pueden ser visitadas por los turistas desde su apertura en 1990.
El principal componente de HAARP es el Ionospheric Research Instrument (IRI), un calentador ionosférico utilizado para modificar temporalmente la ionósfera. Se obtienen datos que aportan información importante para entender los procesos naturales que se producen en ella. Por ejemplo: los pulsos emitidos artificialmente estimulan a la ionosfera creando ondas que pueden recorrer grandes distancias a través de la atmósfera inferior y penetran dentro de la tierra para encontrar depósitos de mísiles, túneles subterráneos, o comunicarse con submarinos sumergidos, entre muchas otras aplicaciones.
En internet han surgido una gran cantidad de webs que afirman que mediante HAARP, el gobierno estadounidense es capaz de controlar el clima y provocar catástrofes naturales.
La potencia de este arma le hace posible provocar terremotos alrededor del mundo, cambiar la dirección de las tormentas tropicales y crear siniestros similares a los que se leen en la Biblia (inundaciones, sequías, terremotos...). Detrás de este siniestro invento se encontrarían el deseo de poder, controlando el mundo con la posibilidad de ocasionar desastres como los vividos en Japón, Chile o Haití en estos últimos años.
En los años noventa, el presidente ruso Vladimir Puttin acusó a los Estados Unidos de utilizar las antenas de las instalaciones del HAARP como arma militar, tomando como precedente el lanzamiento de misiles nucleares al espacio por parte de los americanos para comprobar las consecuencias de la prueba en plena Guerra Fría. Sin embargo, a pesar de las acusaciones de los rusos, estos también tienen su propio programa equivalente, el proyecto SURA.
Hasta el momento, el logro más resonante de HAARP se produjo a fines de 2004, cuando al excitar con sus emisiones los gases de la ionosfera consiguió producir en el cielo algunas chispas de intenso color verde durante pocos segundos, mediante el mismo principio físico por el cual alumbran las luces de neón. El efecto fue ampliamente publicitado como la creación de una "aurora boreal artificial"