William Winchester, uno de los herederos de la conocida empresa americana fabricante de fusiles de repetición Winchester, ordenó construir una gran mansión, cuya construcción se alargó durante 38 años.
Al morir en 1881, toda su herencia pasó a manos de su mujer, Sarah. Pero pronto comenzaron los fenómenos paranormales: ruidos de martilleo, voces...
Se dice que las almas de aquellos que murieron debido a las armas Winchester habitaban en la casa, en concreto los indios americanos y soldados masacrados durante la Conquista del Oeste y la Guerra de Secesión. Sarah, que era una mujer perturbada por la prematura muerte de su hija, y la enfermedad y fallecimiento de tu marido, decidió que si se mudaba a una nueva casa y nunca concluían las obras, los fantasmas no la acosarían más, pues nunca podrían instalarse.
Y así, en 1884 comenzó la Mansión Winchester, que durante 38 años ha sido ampliada y remodelada a lo largo de unos 24.000 m2.
La casa victoriana cuenta con 160 habitaciones, incluyendo 40 dormitorios, 2 vestíbulos, 47 chimeneas, 10000 ventanas, 2 sótanos, 3 ascensores... Pero curiosamente abundan los "falsos baños", habiendo solo una bañera y dos espejos de verdad, ya que, según Sarah, los espejos temen a su reflejo.
La casa también esconde más misterios: escaleras que no llevan a ningún sitio, pasillos ocultos desde donde Sarah vigilaba las obras, puertas que conducen a una pared o al vacío, ventanas en el interior y en los suelos... Además, el número 13 se repite muchas veces: escaleras con 13 escalones, 13 ganchos en el armario, 13 agujeros en cada desagüe, candelabros para 13 velas... También su testamento estaba divido en 13 partes y firmado otras 13, y cada viernes 13 se tocan las campanas 13 veces a las 13:00.
En la actualidad, la casa se puede visitar, siempre bajo la recomendación de hacerlo acompañado, ya que es muy fácil perderse. Los parapsicólogos que han visitado el lugar dicen que en la casa habitan varios fantasmas, entre ellos el de Sarah. Varios testigos afirman que se pueden escuchar pasos y portazos, que hay puertas que se abren y cierran solas, que se oyen misteriosos ruidos, y que, al perderse, se tiene una extraña sensación de sentirse observado.... ¿Será Sarah Winchester que aún vigila a través de los pasillos ocultos?
Sarah Winchester |
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