En el año 1990 en Vallecas, Madrid, se iban a dar los que probablemente hayan sido los sucesos paranormales más impactantes ocurridos en España.
Habiendo numerosos testigos como agentes de la Policía Nacional, médicos, psicólogos...nadie fue capaz de dar una explicación a lo sucedido incluso hoy en día.
Una joven, Estefanía Gutiérrez, realizó una sesión de ouija, que iba a cambiar si vida.
Estefanía y sus amigas estaban haciendo una Ouija, cuando fueron sorprendidas por una profesora. En ese momento se rompió el vaso, soltando una especie de neblina que se aproximó a Estefanía.
Fue a partir de entonces cuando la vida de Estefanía sucumbió al caos y terror.
Enseguida comenzaron a darse sucesos extraños, debiendo presentarse la policía varias veces, siendo testigos de varios de los sucesos paranormales como el caso del crucifijo: cuando pasaban los policías por el pasillo, el Cristo se dio la vuelta siendo arrancada la escultura de la cruz.
Cuando la hermana lo recogió del suelo, lo puso en su habitación, y al lado de un póster aparecieron 3 arañazos en forma de garra.
Cuando la hermana lo recogió del suelo, lo puso en su habitación, y al lado de un póster aparecieron 3 arañazos en forma de garra.
La hermana relataba con todo tipo de detalles las pesadillas o visiones que tenía su hermana y toda la familia, seres oscuros sin rostro que se metían en la habitación, gente alrededor de su cama, haciendo como rezos pero todos sin ojos sin bocas, sin rostro, sombras reptando por la habitación, ruidos... Toda la familia estaba aterrorizada, hasta el perro notaba esos fenómenos.
Llegaron no solo a ver y escuchar estos fenómenos, si no que lo sintieron en propias carnes, sufrieron agresiones, se tumbaban encima cuando dormían, notaban respiraciones en su habitación... un sinfín de sucesos, que poco a poco dinamitaban la vida de esta familia.
Estefanía comenzó a sufrir convulsiones con mucha habitualidad. Fue sometida a muchas pruebas médicas, pero los informes exponían que era una chica sana, y no encontraban explicación a lo sucedido.
Finalmente, el 14 de agosto de 1991, Estefanía sufre otra convulsión que no puede soportar, y termina falleciendo.
Los sucesos más fuertes dentro de la casa comienzan tras la muerte de Estefanía.
Las puertas se abrían y cerraban bruscamente, los objetos se movían por manos invisibles, aseguraba su madre que veía una especie de humo por la casa que parecía adoptar forma humana y del interior se oía una voz que decía “MAMA, MAMA….”
La familia ya no podía controlar la situación: objetos de la casa salían disparado contra ellos, la madre tuvo varios intentos de suicidios.... Un 27 de noviembre de 1992 la familia decide llamar a la policía ya que los sucesos fueron incluso más agresivos incluso, y estos acudieron al domicilio de inmediato. Los agentes de policía fueron testigos de hechos nunca jamás visto hasta ahora: sombras por la casa, movimiento de objetos sin control y de cómo de una mesa del teléfono comenzó a crearse de la nada un liquido marrón gelatinoso. Este es uno de los archivos policiales donde se refleja lo ocurrido en la casa aquel día.
A la casa acudieron dos policías y un psicólogo, y nadie pudo dar una explicación a los hechos que sucedieron. Se cuenta que cuando el padre se encontraba en la habitación junto a los dos agentes, un crucifijo comenzó a girarse solo. El informe policial dice que no se puede estudiar por falta de coherencia.
La madre de Estefanía, que fue la más afectada, recibía tocamientos en su cama por seres que no veía, y decidieron abandonar la casa. Pero antes de marcharse, los padres fueron testigos de unos de los sucesos más sorprendentes: era la Noche de los Difuntos y al pasar por el salón vieron la fotografía de Estefanía tumbada boca abajo. Al levantarla, observaron que la fotografía estaba quemada, pero el fuego no afecto el marco de la fotografía ni a la mesa, fue algo curioso, y que decidieron no revivir nunca más. Se marcharon para siempre y los fenómenos cesaron. Actualmente en la vivienda vive otra nueva familia y según cuentan, jamás han experimentado nada extraño en ella, pero en sus días si pudieron ser testigos de ello los agentes de la policía que acudieron a la casa de Estefania y los propios dueños de la casa.
La madre de Estefanía, que fue la más afectada, recibía tocamientos en su cama por seres que no veía, y decidieron abandonar la casa. Pero antes de marcharse, los padres fueron testigos de unos de los sucesos más sorprendentes: era la Noche de los Difuntos y al pasar por el salón vieron la fotografía de Estefanía tumbada boca abajo. Al levantarla, observaron que la fotografía estaba quemada, pero el fuego no afecto el marco de la fotografía ni a la mesa, fue algo curioso, y que decidieron no revivir nunca más. Se marcharon para siempre y los fenómenos cesaron. Actualmente en la vivienda vive otra nueva familia y según cuentan, jamás han experimentado nada extraño en ella, pero en sus días si pudieron ser testigos de ello los agentes de la policía que acudieron a la casa de Estefania y los propios dueños de la casa.
Iker Jiménez, el periodista más importante en el campo del misterio, escribió un libro en donde hablaba de este suceso. Este es un fragmento del libro:
El 27 de Noviembre de 1992 dos coches de policía parten de la comisaría del distrito de Vallecas dirección a la calle Luis Marín, cuando llegan se encuentran con una familia angustiada por los fenómenos que se están produciendo en ese mismo momento.
Según el documento oficial se puede leer : “A las 2:40 horas, por el canal 7 de H-50 llama el Z-2 y manifiesta que , una vez se ha entrevistado con la familia y observado el interior de la casa, según comunica, se le ha puesto el vello de punta...
Estando sentados en compañía de toda la familia, pudieron oír y observar como una puerta de un armario perfectamente cerrada, cosa que comprobaron después, se abrió de forma súbita y totalmente antinatural....
Momentos después pudieron percatarse y observar como en la mesita que sostenía el teléfono, y concretamente en un mantelito, apareció una mancha de color marrón consistente que el Z-2 identifica como babas.....
En el recorrido que hicieron por diversas habitaciones de la casa observaron un crucifijo de madera al que, el fenómeno al que estamos haciendo referencia le había dado la vuelta, arrancándole el Cristo adherido al mismo...
Que, según manifiesta una de las hijas, tomo el Cristo del suelo y lo adhirió detrás de la puerta de la habitación junto a un póster produciéndose también de forma súbita y extraña tres arañazos sobre el citado póster...”
Como conclusión los cuatro agentes certificaban que en aquella casa “hay una serie de fenómenos de todo punto inexplicables.
Enigmas sin resolver II Iker Jiménez
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