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viernes, 27 de julio de 2012

El Tarot (I)

El tarot es una baraja de naipes a menudo utilizada como medio de consulta e interpretación de hechos (presentes, pasados o futuros), sueños,1 percepciones y/o estados emocionales constituyendo, además, un tipo de cartomancia.



Seguro que todos conoceis este popular arte, y algunos creereis en su veracidad y otros lo tomareis como un juego o incluso como un engañabobos.
El Tarot es una herramienta para despertar nuestras facultades intuitivas y ponernos en contacto con nuestro mundo interior.  Utilizando los símbolos arquetípicos de las cartas del Tarot y su relación con los asuntos diarios de la vida, podemos explorar nuestras mitologías personales y ver más claramente la realidad de nuestra existencia.

Es un medio para la meditación, reflexión, contemplación, análisis de problemas, clarificación de decisiones, estimulación de la intuición, autoentendimiento, crecimiento espiritual y adivinación. 

Las cartas del Tarot nos permiten explorar una dimensión del universo que de otra manera puede ser inaccesible. No son necesariamente predictivas pero a menudo adquieren dicha característica. Siempre ofrecen una visión alternativa y una nueva perspectiva concerniente a los problemas de la vida.

La baraja del Tarot consta de 78 cartas, similares a las cartas de las barajas españolas o francesas. El Tarot contiene 3 tipos de cartas: los 22 Triunfos, las 40 Señales y las 16 cartas Reales. Hay 22 Arcanos Mayores (Secretos Mayores), o Triunfos y 56 Arcanos Menores (Secretos Menores), compuestos por 16 cartas Reales o Personales.


Los 22 Triunfos de Arcanos Mayores representan, en imágenes alegóricas, el recorrido del viaje de un loco hacia el entendimiento. Los Arcanos Mayores indican situaciones y estados internos de significado profundo, personal, espiritual y arquetípico.


Las 40 Señales incluyen 4 palos de 10 cartas cada uno, (Bastos, Pentáculos, Espadas y Copas). En el simbolismo del Tarot las cartas Señales representan situaciones típicas y estados emocionales, todas las cosas de la vida diaria; nuestros sucesos y luchas, nuestra actitud, creencia y comportamiento en general.

Las 16 cartas Reales o Personales son de Reyes, Reinas, Caballeros y Pajes de cada uno de los cuatro palos. Representan nuestras relaciones; a menudo indican personas reales en nuestra vida.

Adicionalmente significan aspectos de nosotros mismos: nuestros rasgos, talentos y fallas, y cómo nos relacionamos con los demás. Reyes y Reinas representan personas con autoridad, nuestros padres, ancianos, etc. Los Caballeros indican actividad, valor, energía y el deseo de estar en acción. Los pajes sugieren niños y personas jóvenes, a menudo noticias e información.


ORIGENES E HISTORIA

Las primeras referencias al Tarot aparecen en el Siglo XV en Italia. La baraja más antigua es el Tarot de Filippo Maria Visconti (1412-1447), hoy día en la Yale University Library, Estados Unidos de América.

El historiador italiano Giordano Berti supone que el duque de Milán fue el inventor del Tarot.

En efecto, algunas imágenes del Tarot de Filippo Maria Visconti son iguales a las de otra baraja diseñada por el duque en 1415: el Juego los XVI Héroes.

En estudios realizados por ocultistas de los Siglos XVIII y XIX, se intenta demostrar la conexión existente entre el tarot y la cábala, así como con el simbolismo egipcio.

Investigadores actuales ubican el origen del Tarot entre los cátaros medievales y la cultura occitana cuya filosofía encaja perfectamente en la idea básica del juego de Tarot.

Así, la presencia de una Papisa, la importancia de los personajes femeninos y claras referencias a un cristianismo distinto de la ortodoxia romana harían pensar en un uso original del Tarot como una transmisión de un conocimiento filosófico, si bien con el paso del tiempo pasarían a ser usadas como un sistema adivinatorio.
Pero la Papisa fue, en realidad, un símbolo de la Fe cristiana, como demuestran numerosas obras de arte de la Edad Media.

Otros autores afirman que los gitanos, en su deambular por los países europeos, promovieron el Tarot como un sistema adivinatorio. Hay, de hecho, quien sostiene que el Tarot logró sobrevivir a la Inquisición, ya que los gitanos no resultaban unos objetivos prioritarios de la jurisdicción inquisitorial, por lo que ellos, sus conocidas prácticas esotéricas y sus efectos personales consiguieron zafarse de la persecución y la hoguera y llegar hasta nuestros días.



Pero es cierto que los gitanos llegaron a Europa cuando el Tarot era ya conocido. Por otra parte el juego de Tarot se juega en Italia desde el Siglo XV, y en el siglo siguiente se propagó en muchas regiones de Europa: en primer lugar Francia, después Suiza, Belgica, Alemania y Austria. La adivinación con el Tarot aparece con seguridad en Italia y Francia en el Siglo XVII.

El Tarot de Marsella es otra de las primeras barajas. Probablemente está basado en ciertos grabados en madera. A diferencia de muchas barajas modernas, su Arcano Menor, con la excepción de la cartas de figura, no posee escenas o figuras.

Un autor llamado Covelluzo escribió en 1480 que las cartas de juego llegaron a Italia en 1379 desde Africa del Norte, quizás traídas por los árabes, pero nadie sabe si éstas incluían al Tarot. Antes de 1750, la mayoría de las barajas de Tarot conocidas, si no es que todas, portaban marcas italianas. Esto, por supuesto, sugiere un origen italiano. Los nombres franceses con marcas italianas vinieron después. Los grabados en madera alemanes y el renacimiento francés del ocultismo en el siglo XVIII ayudaron a diseminar el Tarot por todo el mundo. Los gitanos y el interés del occidental moderno por lo oculto incrementaron aún más su popularidad. 

Hoy en día, las barajas de Tarot se venden en la mayoría de las ciudades más grandes en el mundo.

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