Este lugar en Uzbekistán es conocido también como La Puerta al Infierno. Está situado cerca del pequeño pueblo de Darvaz, en el gran desierto de Karakum.
Hace 35 años unos geólogos estaban perforando en busca de gas, cuando encontraron una enorme caverna subterránea llena de gas que desde entonces está ardiendo incesantemente.
Los datos que tenemos del agujero son: 50-100 m de diámetro, 20 m de profundidad, y una temperatura en el exterior de unos 50-60ºC. Los testimonios de turistas afirman que resulta difícil estar en el borde más de un par de minutos, pues el calor que desprende es "infernal".
En los años 50, cuando el país aún formaba parte de la Unión Soviética, el gobierno quiso aprovechar dichos recursos realizando un pozo de uno 60 metros de diámetro por 20 de profundidad en busca de gas y se encontraron esta caverna subterránea que se tragó todos los equipos y el campamento que habían montado.
Ninguno se atrevió a volver porque la caverna estaba llena de gas venenoso. Así que le prendieron fuego y así continua desde hace 35 años sin ninguna pausa. Nadie sabe cuantas toneladas de gases se han quemado durante estos años, pero parece que son infinitas.
En la actualidad, el cráter está vallado para evitar accidentes, puesto que es uno de los principales lugares turísticos del desierto de Karakum.