Las sirenas

Fantasía, fascinación, belleza, mito..todo esto tienen en común estos seres, que navegantes famosos como Cristóbal Colón y John Smith aseguran haber visto.

Según la mitología griega, las sirenas eran hijas del Dios marino "Forcis", nacidos con cabeza de mujer, y dotadas con una voz angelical.

 

Siempre se nos han presentado como seres inalcanzables, muy hermosos, sentados en una roca...¿pero es esta la verdadera imagen de las sirenas?

Homero decía: "Encantan a los mortales que se les acercan.¡Pero es bien loco el que se detiene a escuchar sus cantos! Pues nunca volverá a ver a su mujer y a sus hijos, pues con sus voces de lirio lo encantan, mientras que la ribera vecina está llena de osamentas blanqueadas y restos humanos de carnes corrompidas..."

 

Otras versiones las describen de modo inverso. Son criaturas crueles, con dotes de adivinación de futuro, capaces de otorgar poderes sobrenaturales y cuyos cantos provocaban un enamoramiento perdido a los hombres para luego arrastrarlos al mar y comérselos o transformarlos en amantes.

Según los mitos, vivía en el archipiélago de los Galos, en el golfo de Salerno, cerca de Nápoles, y estas islas según la leyenda, están llenas de huesos, de aquellos que cayeron en su trampa.

Homero es el autor de la "Odisea", y en ella, las sirenas intentaban seducir con sus cantos a Ulises y su tripulación. Para protegerse, ordenó a sus hombres que se tapasen los oídos con cera, y el se hizo amarrar al mástil, dando la orden de que pasase lo que pasase, no le desatasen. 

 

La leyenda de las sirenas se inició casi con toda probabilidad, con los relatos de los marineros, que las confundieron con manatíes, vacas marinas, focas etc..

La leyenda es tan popular que todos dicen que algo de verdad tiene que haber.

Como dijimos, navegantes tan famosos como Colón, aseguró en 1493 haber visto a 3 de ellas en la costa de Florida, pero no eran tan hermosas como se decían, sino que eran como hombres de aspecto tosco.

Incluso siglos más tarde, en el siglo XVII el explorador John Smith afirmó haber visto a estos seres sumergirse en las costas del Caribe, describiéndolos como seres de cabello largo, verde, muy atractivos.

 

En Venecia, hay un documento de 1432 que dice lo siguiente:

"El ser capturado esta noche por un grupo de marinos, concuerda con las conocidas sirenas. Se trata de una mujer de cabellos y ojos negros, cuyas piernas están cubiertas de escamas y terminan en una sola extremidad con forma de cola de pez. No había forma de comunicarse con ella, y su rostro mostraba el dolor y la necesidad de volver al agua. Intentamos extraer algunas escamas pero tras sus gritos, consiguió voltear a los 3 marinos que la sujetaban. Esto me conmovió mucho y decidí regresarla al agua".

Sin embargo, se ha calificado a este documento como fraude, al igual que el supuesto fósil encontrado en las islas Fidji.