La Mansión Summerwind, conocida antiguamente como la Mansión Lamont, hoy día es un infecto inmueble abandonado en la costa de West Bay Lake en el Condado de Vilas, Wisconsin. Su reputación pasa por ser uno de los lugares más embrujados de Estados Unidos.
Esta mansión fue construida en los albores del pasado siglo con la misión como un refugio de pescadores. Robert P. Lamont, alto cargo de la época, adquirió la mansión y comenzó la remodelación de la misma.
La historia oficial es que la familia Lamont habitó sin problema ninguna en la casa durante casi 15 años, pero al cabo de este tiempo, fueron primero sus doncella quienes comenzaron a advertir sucesos extraños.
El SeñorLamont se mantenía excéptico, hasta que un día en la cocina presenció de primera mano, una aparición a la cual llegó a disparar. Después de este suceso, la familia Lamont abandonaron la casa y permaneció vacía hasta los años 70, pues el propio Lamont jamás volvería a pisarla.
En la misma década de los 70, un matrimonio, Arnold y Ginger Hinshaw compraron la casa para vivir en ella.
Desde el principio, los Hinshaw pudieron presenciar y sufrir fenómenos extraños, como puertas y ventanas abriéndose y cerrándose, sombras oscuras pululando por toda la casa, escuchar pasos detrás de ellos, chirrío de dientes, fallos en aparatos eléctricos, y apariciones, como la de una mujer moviéndose por varias estancias de la casa.
A pesar de todo, los Hinshaw no abandonaron la casa, sino que para sorpresa de muchos, decidieron realizar algunos arreglos en la vivienda, pero fueron los propios operarios para reparar la casa, quienes no quisieron ir a reparar la casa.
La popularidad de la casa fue tal que todos los obreros de la zona se negaron a ir a repararla, y fueron los Hinshaw quienes decidieron remodelarla.
Y así fue como se llegó al día en que Arnold estaba pintando uno de los armarios de una habitación, movió el mismo para pintarlo por detrás y reparó en que había un pequeño agujero negro: pidió una linterna a su esposa para ver que había dentro del agujero y pudo ver un cadáver dentro. Debido a que no pudo entrar más llamó a una de sus hijas para que se metiera en el agujero, la cual se metió dentro. La niña pego un grito, pues confirmó que se trataba de un cadáver humano, pero solo había una calavera con pelo, un brazo y una pierna. No fueron a denunciar este hecho, y se supone que es porque querrían usarlo para explicar la fenomenología de la casa.
A partir de ese momento todo empeoró ya que Arnold comenzó a actuar de manera extraña, y que terminaró con una enfermedad nerviosa, y su mujer trató de suicidarse en varias ocasiones. Tras esto abandonaron la casa finalmente.
Poco después, Ginger y Arnold se divorciaron. Ginger se caso con otro hombre. Parecía que ambos habían podido recuperar la normalidad, hasta que el padre de Ginger, Raymond Bober anunció que iba a comprar la casa para convertirla en un restaurante y posada que por su historia atraería a muchos turistas: pero él desconocía la vivencia de su hija en relación con los fenómenos que presenció. Cuando todo estuvo a punto de cerrarse Ginger contó todo lo que sucedió incluido lo del cadáver que encontraron y que al ir a comprobarlo desapareció.
Finalmente el padre de Ginger decidió no comprar la casa, y volvió a estar abandonada, hasta que a finales de los 80 un rayo cayó sobre la casa destrozándola prácticamente por completo. Lo más curioso de todo esto es que había árboles alrededor mucho más grandes que la vivienda y sin embrago quedaron intactos. Muchos han asegurado que fueron los propios fantasmas los que hicieron que la casa quedara reducida a escombros.
Hoy día solo quedan ruinas y muchos curiosos que quieren acercarse a este lugar.
Fuente: Narradores del misterio