La historia de Lucifer

¿Quién era Lucifer?

Podemos decir, teniendo en cuenta los textos bíblicos, que tiene su origen en Dios, ya que este creó a los ángeles, y estos a su vez creaban otros de menor jerarquía.

El primer ángel creado fue Lucifer, el portador de la luz, siendo el más bello y perfecto de todos, teniendo el rango de Arcángel. Cuando Dios vio la oscuridad que rodeaba el mundo y el sufrimiento que atormentaba a las almas encarnadas, creó un Arcángel que iluminase el mundo con su luz, Lucifer.

Lucifer, seducido por su orgullo y confiado por sus cualidades magnánimas, comenzó a creer que no necesitaba a Dios, pues el mismo lo era, y empezó a planear rebelarse.

Lucifer y más ángeles se rebelaron ante Dios. Llegado el momento de invadir el cielo, Lucifer se enfrentó al Arcángel Miguel, quien, con ayuda de Dios, derrotó a Lucifer y su ejército de ángeles en una colosal batalla.

Una vez vencido, recibió el nombre por el que es más conocido, Satán, y fue sepultado en el Infierno junto al resto de ángeles sublevados.

Perdieron la condición de Ángeles y Arcángeles y su oportunidad de redención.

Desde entonces es considerado como el ideólogo del mal, y protector de la oscuridad de los hombres, el gran tentador.

Lucifer no aparece referido de este modo en ninguna Biblia moderna, aunque se explica porque han sido muchas las versiones dadas y las reconstrucciones dadas por la Iglesia de la Biblia.

Lucifer ha sobrevivido en forma de leyenda.

En el Antiguo Testamento, hay dos pasajes que relataban la caída de un rey arrogante, pero los Padres de la Iglesia vieron en ellas, la caída del Diablo:

"¡Cómo has caído de los cielos, Lucero, hijo de la Aurora! ¡Has sido abatido a la tierra dominador de naciones! Tú que dijiste en tu corazón: 'Al cielo subiré, por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré en el Monte de la Reunión en el extremo Norte. Subiré a las alturas del nublado, y seré como el Altísimo."

Is. 14, 12-14

"Así dice el Señor Yahveh: Eras el sello de una obra maestra, lleno de sabiduría, acabado en belleza. En Edén estabas, en el jardín de Dios. Toda suerte de piedras preciosas formaban tu manto: rubí, topacio, diamante, crisólito, piedra de ónice, jaspe, zafiro, malaquita, esmeralda; en oro estaban labrados los aretes y pinjantes que llevabas, aderezados desde el día de tu creación. Querubín protector de alas desplegadas te había hecho yo, estabas en el monte santo de Dios, caminabas entre piedras de fuego. Fuiste perfecto en su conducta desde el día de tu creación, hasta el día en que se halló en ti iniquidad. Por la amplitud de tu comercio se ha llenado tu interior de violencia, y has pecado. Y yo te he degradado del monte de Dios, y te he eliminado, querubín protector, de en medio de las piedras de fuego. Tu corazón se ha pagado de tu belleza, has corrompido tu sabiduría por causa de tu esplendor. Yo te he precipitado en tierra, te he expuesto como espectáculo a los reyes. Por la multitud de tus culpas por la inmoralidad de tu comercio, has profanado tus santuarios. Y yo he sacado de ti mismo el fuego que te ha devorado; te he reducido a ceniza sobre la tierra, a los ojos de todos los que te miraban. Todos los pueblos que te conocían están pasmados por ti. Eres un objeto de espanto, y has desaparecido para siempre."

Ez. 28, 12-19