Canciones siniestras

Hablemos de música. Tenemos hoy día un acceso muy fácil a todo tipo de música, y tenemos géneros musicales en abundancia, pero aquí expondremos unos casos únicos en la música: canciones malditas…

Quizá la canción maldita más famosa sea Szomorú Vasárnap, conocida también como  Gloomy Sunday. Compuesta por Reszo Seress, en 1933, está inspirada en el clima de decadencia que se comenzaba a respirar en su patria durante esta época.

El poeta Laszlo Javor fue el creador de la letra, motivado por una nota de despedida de su amante en la que únicamente había escrito “triste domingo” antes de suicidarse.

El sobrenombre de “canción húngara del suicidio” surge con su llegada a Estados Unidos en 1936, y proviene del hecho de que fue el detonante de un gran número de suicidios en Hungría antes de que fuese prohibida por las autoridades. Unas 17 personas se quitaron la vida después de escuchar la canción, e incluso hicieron referencia a ella en sus últimas notas.

Desde que la canción aterrizó en tierras americanas se ha versionado en más de 80 ocasiones. La versión de Billie Holliday (1941), acompañada de una buena campaña publicitaria, es la más conocida y la que contribuyó a la propagación de la leyenda.

La historia de la canción maldita perdió fuerza con los años hasta que volvió a ponerse de moda en 1968, cuando Rezso Seress se suicidó en Budapest tirándose por una ventana.

En 1968, Paul McCartney compuso Helter Skelter, que sirvió de inspiración al asesino Charles Manson. En su opinión, esta canción de los Beatles habla de una inminente guerra racial entre blancos y negros. Las palabras que componen el título aparecieron escritas en sangre en la escena de uno de los crímenes cometidos por Manson: el asesinato de la actriz embarazada Sharon Tate, esposa de Roman Polanski.

Precisamente fueron los Beatles quienes descubrieron a un grupo llamado Badfinger, liderado por Pete Ham y Tom Evans. Badfinger compuso en los 70 una canción llamada Without you, que pasó desapercibida hasta que fue versionada por Harry Nilsson.

Pete Ham, debido a enfrentamientos internos de la banda, sufrió un desequilibrio mental que provocó que se ahorcase en su garaje en 1975. En 1983, Tom Evans se quitó la vida de la misma manera que su compañero de grupo debido a una discusión sobre los derechos de autor de Without you.