jueves, 19 de abril de 2012

El Experimento Philadelphia

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El Experimento Philadelfia, o Proyecto Arcoiris, es el nombre que recibió un supuesto experimento secreto llevado a cabo por la marina de los Estados Unidos en 1943, en el cual un barco se volvió invisible y fue teletransportado de un muelle a otro. Lo que ocurrió fue que el barco abrió una brecha en el espacio tiempo y quedó suspendido en un vortex, entre muchos años. Mucho del personal terminó desequilibrado mentalmente.






A finales de los años 30, un ingeniero croata llamado Nikola Tesla afirmó haber completado una teoría dinámica de la gravedad, que básicamente explica la gravedad como una mezcla de ondas electromagnéticas longitudinales y transversales. Estos razonamientos calaron hondo en un grupo de trabajo que experimentaba con los campos electromagnéticos en la Universidad de Chicago, donde se estaban iniciando las investigaciones sobre la posibilidad de la invisibilidad a través del uso de campos eléctricos y magnéticos.

En un momento determinado, se afirmó haber conseguido la invisibilidad de pequeños objetos, con lo que se presentó al gobierno de los Estados Unidos. Los militares, al estar el país en guerra, vieron el potencial de esta nueva tecnología y decidieron financiar las investigaciones.


En 1943 se intentó hacer desaparecer un barco, creando un escudo electromagnético alrededor de él. El buque elegido para llevar a cabo el experimento fue el U.S.S. Eldridge (DE-173), que se encontraba en el astillero de Nueva York.



El experimento tendría lugar en los astilleros de Philadelphia, en el mar y al menos en una ocasión, fue visible para la tripulación del mercante de la marina S.S. Andrew Furuseth, uno de los cuales Carlos Miguel Allende, conocido como Carl Michael Allen, escribió tres cartas al astrónomo Morris K. Jessup en los 50 describiendo lo que había podido ver: una de las muchas fases del Experimento Philadelphia.

A las 9 de la mañana del 22 de julio de 1943 se activaron los generadores recién instalados en el buque y los campos electromagnéticos se empezaron a conformar. Según diferentes testigos, una bruma verde empezó a cubrir lentamente al U.S.S. Eldridge, lo que dificultaba la visión del buque. De repente, la bruma que lo cubría desapareció y con ella, el U.S.S. Eldridge: en el lugar en que hacía un momento se encontraba el barco, ahora no había más que aguas agitadas. Los oficiales de la U.S. Navy y científicos adscritos al proyecto, marineros y testigos, quedaron maravillados, ya que el buque había desaparecido ante sus ojos. Pero los militares aún se sorprendieron más al descubrir que también había desaparecido del radar: era completamente invisible.

Unos quince minutos después, ordenaron a la tripulación apagar los generadores. El efecto fue el contrario: lentamente fue apareciendo la bruma verde y con ella el U.S.S. Eldridge empezó a materializarse. Sin embargo, algo había ido mal. Cuando el personal de tierra subió a bordo, los miembros de la tripulación estaban desorientados y con evidentes síntomas de náuseas. Esa tripulación fue inmediatamente retirada y se consiguió otra tripulación de repuesto para llevar a cabo un segundo experimento: en lugar de conseguir la invisibilidad total, ahora se pretendía hacer desaparecer al buque únicamente del radar, con lo que se debía modificar el equipamiento.




El 28 de octubre de 1943 a las 17:45, se llevó a cabo la prueba final en el U.S.S. Eldridge. El los generadores del campo electromagnético se activaron y el buque fue prácticamente invisible. Únicamente el tenue contorno del casco permanecía a la vista. Todo parecía ir correctamente, cuando de repente una cegadora luz azul hizo desaparecer al barco. En cuestión de segundos, éste apareció a 600 kilómetros, concretamente en la base naval de Norfolk, Virginia, donde permaneció por cuestión de minutos a la vista del perplejo personal de la base. Y así como apareció en Virginia, desapareció de nuevo y volvió a aparecer en el punto de origen, en los astilleros navales de Philadelphia.

Esta vez, los efectos en la tripulación fueron más serios: mareos muy violentos, personal que desapareció por completo, otros que simplemente se volvieron locos o padecieron esquizofrenia severa, y lo más terrorífico fue el hallazgo de cinco miembros de la tripulación fundidos completamente con la estructura de metal de la proa del buque.

Lo que iba a ser un experimento de camuflaje electrónico, se convirtió, por azar, en una teletransportación accidental de un barco entero y su tripulación a una gran distancia del lugar de origen y por espacio de varios minutos.
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2 comentarios:

  1. estos casos que nunca han salido a la luz son realmente interesante.

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  2. en verdad existio este experimento ??? lo siento pero no se me hace creible

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